C&A

martes, 25 de octubre de 2011

Crema de calabaza y sopa dulce de letras

Como se acerca "jalogüin", mi suegra nos regaló una calabaza de su huerto. Mi marido, lleno de paciencia, la vació y le cortó una cara terrorífica durante una mañana.
¿Qué hacer con el contenido? Pues una crema de calabaza, claro:

Se coge toda esa calabaza y se hierve en agua, luego se quitan los trozos de la olla y se reserva el agua.
Los trozos se pasan por la batidora, se les añade un tetrabrick pequeño de nata para cocina, se remueve, rectificar sal y listo para tomar. Está riquísimo.

Esa misma noche, con el agua reservada, ponerla a hervir, añadirle pasta en forma de letras y cuando esté lista la pasta, ya tienes la cena hecha.

lunes, 24 de octubre de 2011

Educación Waldorf de Christophe Clouder

Hace ya años que vengo leyendo cosillas acerca de la pedagogía Waldorf. La verdad es que cuanto más leo más me gusta lo que leo; ¿será cierto después en la práctica?
Este es el último libro que ha caído en mis manos, milagrosamente estaba disponible en la biblioteca. Por el aspecto debe ser una adquisición bastante reciente, ya que no recuerdo haber visto su título la última vez que hice una búsqueda exhaustiva en el fondo local.
Leyendo el libro uno se imagina un montón de profesores comprometidos, con alumnos esperanzados y genuinamente interesados en lo que están aprendiendo, alumnos que disfrutan con sus clases de asignaturas de lo más variadas. Hace un repaso por lo que sería el currículum desde los 7 a los 18 años, y una se queda boquiabierta, porque empiezan a aprender letras y números con 7 años, se pasan dos años aprendiendo a leer y escribir, y hacer operaciones matemáticas y geométricas sencillas, aprenden oralmente 2 lenguas extrangeras, la gramática la introducen a los 9 años, hacen música, dibujo, gimnasia y eurítmia, además de un montón de labores domésticas, a lo largo de la primaria aprenderán nociones de agricultura, cocina, construcción, mitología de todas partes, historia, geografía... y cuando llegan a la secundaria añaden química, física, arquitectura, historia del arte (cada año tienen un periodo concreto)...
El temario se trata y se va añadiendo atendiendo a una concepción concreta de la evolución del niño: consideran que los niños a una cierta edad suelen ser de una cierta manera, así que entonces están preparados para tratar tal tema y tal otro.
Lo leo y me fascino, pero al mismo tiempo trato de tener en mente que el niño no es consciente de estar haciendo esos aprendizajes por esos motivos y que muy probablemente llegue a adulto sin saber que ha aprendido eso en ese momento porque necesitaba tener esas experiencias para llegar a unas conclusiones a nivel moral e intelectual.
Lo leo y trato de pensar que seguramente los niños hay momentos en que están aburridos en clase, en algunos momentos se pelean entre ellos, habrá profesores que tendrán dificultades con la disciplina, que a veces los nervios y las frustraciones se colarán en el día a día etc.etc.etc. Porque cuando leo sobre Waldorf todo es tan ideal, los cuentos de hadas en el jardín de infancia, los niños en zapatillas de estar por casa, tejiendo sus fundas para la flauta, el pan horneado en el propio colegio... que casi me entran ganas de formarme yo como maestra y trabajar en ese entorno, además de que me ha entrado una envidia de esa que te pone verde...

martes, 18 de octubre de 2011

Pan y panificadora

Hace meses se me antojó una panificadora. La verdad es que no le estoy sacando mucho rendimiento: nos gusta tanto el pan que hace que nos lo comemos en dos días, y eso es mucho mucho pan. Así que horneo un par de veces al mes.

Normalmente utilizo las recetas que encuentro por la red, o bien las del propio recetario de la máquina.

Esta vez he probado una mezcla panificable que compré en Lidl, concretamente, la de pan integral rústico. Ha salido un pan riquísimo, más esponjoso que los yo consigo, y estamos consiguiendo racionárnoslo con equilibrio, apenas dos rebanaditas finas a la hora del desayuno. Todo un éxito que repetiré a buen seguro en cuanto lo acabemos.

viernes, 14 de octubre de 2011

Contenido y Continente, Continente y Contenido

He leído por ahí que hacia el año, año y algunos meses, a los peques les fascina sacar objetos de sus recipientes y volverlos a meter.
Desde hace un tiempo, vengo comprobando cuán cierto es eso: los muñecos salen de sus cajas y aparecen metidos en otra parte, los calcetines cambian de cajón, los zapatos aparecen en el cajón de los pijamas, las revistas están esparcidas por el suelo de la sala, la caja de rollos de cartón está vacía, mientras los rollos están metidos en cajas de cartón que previamente contenían tapones de plástico. Los tapones de plástico forman una hilera destartalada en algún momento del pasillo, combinados de forma ¿aleatoria? con los cubiletes encajables o los animalitos del puzzle nuevo.
He de tener cuidado con la puerta del congelador, es muy atrayente abrirla y tratar de vaciar el contenido de los cajones... las ollas y las sartenes no me dan tanto apuro, y parece que ya ha entendido que el lugar de los trapos y baberos es el cajón en el que mamá los mete.
Y me encanta cuando aparece gateando con un librito en la mano y me lo da sonriente, se lo cojo y se va corriendo a por otro, y a por otro y así hasta que me trae más de la mitad de los libros... luego me los pide, uno a uno, para ir a ponerlos a su sitio, usando toda su fuerza para ponerse en pie con el libro en la mano y colocarlo en la estantería...

Jugar a meter y sacar debe ser superimportante para el desarrollo mental de un ser humano. No sé muy bien qué favorece o facilita, pero a juzgar por el empeño que pone en ello, seguro que es algo grande.

jueves, 13 de octubre de 2011

Mi primer seguidor

Acabo de entrar a escribir un poco, poner alguna recetilla, programar entradas para mañana y la semana que viene... y me he dado cuenta de que tengo un seguidor! Una seguidora, más concretamente, que le debe gustar el ganchillo tanto como a mí, a juzgar por los patrones de amigurumi que habitan en los blogs que le gustan.
Bienvenida Mónica! Me hace mucha ilusión que te hayas decidido a inaugurar la sección de seguidores.

lunes, 10 de octubre de 2011

La tribu de Camelot. Gemma Lienas

De alguna manera apareció un libro de La Tribu de Camelot en casa.

Aunque los protas son claramente mayores que Roger, y el libro está dirigido a niños de 9 a 12 años, eso no ha sido ningún obstáculo para que disfrute escuchando sus aventuras y tratando de resolver el misterio con ellos.

Esto de la lectura en voz alta está siendo todo un éxito, y cuando ayer oí a Roger esforzándose por leer él también, no pude menos que alegrarme.

viernes, 7 de octubre de 2011

puzzles

En esta casa nos encantan los puzzles. Mi marido y yo hemos hecho uno enorme, un paisaje que está enmarcado en nuestro salón. Hace años también hice otro, más pequeño, con El Desayuno de los Remeros, de Renoir, éste lo tenemos enmarcado en el pasillo. Y tenemos pendiente de enmarcar uno de 1000 minipiezas con La Gioconda.

Como de casta le viene al galgo, Roger y L. también disfrutan de puzzles, él con los de Spiderman y ella con los de Dora Exploradora y Winx Club.

Guardo con cariño los puzzles de cuando Roger era chiquitín, y hoy he añadido uno a la colección:

Estoy deseando ver a Marc jugar con él. Con lo que le gusta sacar todo de su sitio y volverlo a poner, espero que lo disfrute.

lunes, 3 de octubre de 2011

La maternidad y el encuentro con la propia sombra. Laura Gutman

Me lo leí hará unos dos o tres años. Me impactó, me gustó, me cuadró. Entendí qué me había pasado, en parte, cuando nació Roger. Recuerdo que después de ese libro me leí todos los demás, en un intento de cubrir por mi cuenta el temario de la formación profesional que la autora hacía en Buenos Aires. No lo conseguí, pero en el proceso me llevé un montón de sorpresas (buenas y malas).

Cuando me enteré de que Laura Gutman iniciaba formación profesional en su método aquí mismo en Barcelona, pensé "la ocasión la pintan calva" y me empecé de nuevo "La Maternidad..."

Tras haber leído los últimos que ha escrito, éste me parece muy obvio, incluso un poco trampa, porque este libro y el siguiente están escritos desde un punto de vista amable con las madres. Un libro que nos comprende, nos acoge, nos disculpa y nos invita a seguir un ritmo más lento, más amoroso, nos invita a dejar la sociedad de lado y pasar 2 años dedicadas al bebé. Nos explica cómo el padre ha de sostenernos para facilitar esa fusión emocional que el bebé necesita y que nosotras deseamos. Cómo después de esos dos años el padre ha de facilitar el inicio de la separación, para que nosotras podamos volver al mundo (y al sexo) y el niño, que ya se reconoce como un yo separado de mamá, pueda empezar a vivir esa separación sanamente... pero sobretodo nos explica cómo es que nos hundimos, nos desesperamos, nos perdemos, nos exigimos, cómo es que a veces nosotras estamos estupendas y el bebé no para de llorar, de enfermar, de dormir, de estar despierto...

El libro se estructura en capítulos donde aparecen una explicación teórica acerca de aspectos de la educación y crianza de los hijos, y luego casos concretos que los ilustran. Así, vemos mamás que ante el nacimiento de un hijo descubren que en su infancia fueron abusadas, otras recuerdan que a ellas nunca se les permitió estar tristes, otras... etc. Y todo esto lo facilita el hecho de que, al estar en fusión con el bebé (aunque no queramos ni sepamos que lo estamos), el bebé expresa todo aquello que nosotras no expresamos (muchas veces porque ni sabemos que está ahí, por eso se habla de la propia sombra).

sábado, 1 de octubre de 2011

Formación con Laura Gutman

Este fin de semana lo voy a dedicar a formarme. Hace ya tiempo que no asisto a talleres, congresos, jornadas, cursos ni nada relacionado con mi trabajo. Aprovechando que estoy muy centrada en la maternidad, esta oportunidad "mata" dos pájaros de un tiro: está relacionada con mi trabajo y con mi vida personal.
Laura Gutman inicia una formación profesional en España y me he apuntado al fin de semana inicial. Estoy nerviosilla, porque no se parece en nada a la forma de trabajar que vengo trayendo desde siempre y representa todo un reto, un cambio mental y práctico. Si finalmente no me sirve para dar un giro a mi profesión, por lo menos me lo habré llevado al campo personal.