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miércoles, 29 de julio de 2009

Trasteros

Lo malo de tener un piso sin trastero, es que acumulas y acumulas y acumulas: la ropita del niño que te da pena tirar o regalar, los juguetes de cuando era chiquitito, la ropa de antes de estar embarazada (por si acaso algún día recuperas la figura), los libros de cuando hiciste EGB (por lo menos), los apuntes de la facultad, las nóminas y los contratos de trabajo que guardas, junto con los recibos del banco, por eso de que siempre va bien guardar los papeles "oficiales" (además de las declaraciones de la renta de los últimos mil años, el pasaporte de cuando tu abuela vino de Cuba, las facturas con las garantías de electrodomésticos que ya no sabes ni cómo eran, la bicicleta estática y otros cachivaches que te has ido comprando para ponerte en forma y que, por supuesto, has usado dos días... y qué decir del piano desafinado que nadie toca pero del que cuesta tanto deshacerse).

Y qué decir de la falta de espacio cuando todos esos objetos inútiles pero valiosos se juntan con los otros, los que usas pero solamente 3 días al año (o cada fin de semana de una estación), como las maletas, la ropa de invierno (en verano) o la de verano (en invierno), las mantas y rellenos nórdicos, los radiadores y ventiladores "portátiles"... o eres de los que coleccionan objetos y no tiene espacio para todas sus colecciones (conozco gente que va exponiendo objetos diferentes en cada estación, y siempre me preguntaba dónde guardaban los que ya han expuesto).

Por suerte, existe unas empresas que te alquilan trasteros por poco dinero. Otras opciones son tirar todo eso, venderlo por ebay, regalarlo, llevárselo a tus padres al pueblo para que te lo guarden...

A ver si entre todos damos ideas para tener un piso como los de las revistas, que siempre me pregunto dónde guardan todas esas cosas que tenemos la gente normal.

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