C&A

domingo, 29 de enero de 2012

El nino

El nino es un muñeco Waldorf que mamá le encargó a la tía que lo encargó a Papá Noel.


Al principio no tuvo ningún éxito, fue eclipsado por juguetes de plástico con colores y sonidos chillones, y por coches de diversos tamaños (a Marc le pirran los coches y los perros).

Pero en las últimas dos semanas parece que el nino, a base de estar presente en la habitación, se ha convertido en un personaje a tener en cuenta.

El nino es abrazado y besado, acunado y también lanzado al suelo con fuerza.


El nino toma teta y da besitos, y anoche, tenía que ser tapado como fuera con una gasa de Ikea. Marc se hizo un lío con la gasa y al final pidió ayuda para tapar al nino. Luego pudo irse tranquilo a dormir.

martes, 3 de enero de 2012

Antibióticos y otros medicamentos: trucos

A Marc no le gustan nada lo medicamentos. Dárselos es un suplicio para él y para nosotros. Aprieta fuertemente sus labios mientras niega con la cabeza y manotea todo lo que hay a su alrededor.

Hemos probado, sin éxito, que las cosas funcionasen "por las buenas" y también hemos probado "por las malas" (inmovilizarlo y abrirle la boca a la fuerza) con el resultado del medicamento espurreado.

El truco de camuflarle el antibiótico en una cucharada de yogur me parecía engañarlo, así que lo deseché al primer pensamiento.

Mi madre propuso el truco de esperar a que esté dormido y metérselo con jeringuilla con mucho cuidado, aunque a mí esto me da miedo por si se atraganta, o algo así. Además, no siempre está dormido a la hora de tomarse el antibiótico...

Lo que nos ha funcionado a nosotros es explicarle para qué sirve eso que tenemos en la cucharita, cuentagotas o jeringuilla, decirle que se lo ha de tomar y que después le daremos agua y teta.
La secuencia va más o menos así: es hora de tomar el medicamento que está ayudando a tu cuerpo a sanarse, lo preparamos juntos, ahora abres la boca (aquí viene el no, no, no, con intentos de forcejeo, niño escapándose, etc), lo pescamos al vuelo y le hacemos cosquillas. Preparamos el vaso de agua y enseñamos la teta, con semejante promesa, Marc se toma todo lo que se tiene que tomar y luego va directo a por mi pecho. Le decimos que ya está y le damos las gracias por su colaboración, luego le deseamos que le guste mucho la teta y que la disfrute. Nos estamos un buen rato con la teta, hasta que se nos pasan los nervios a los dos.

Trucos del almendruco hay muchos, y a cada familia le sirven unos y no otros. Lo importante es ser coherente con las propias ideas y encontrar esa forma ideal para ese hijo y esa mamá-papá.

lunes, 2 de enero de 2012

Año Nuevo: Piso Nuevo y Buenos Propósitos

Ya estamos instalados en el nuevo piso. Esto es un caos. Aún hay paquetes y maletas pendientes de vaciar, no encuentro mi móvil desde hace 2 días, y he descubierto, para mi desesperación, que la toma de agua de la lavadora está embozada, así que no tengo lavadora. El microondas se ha solidarizado con su prima lavadora, y calentó dos tazas de café. La tercera vez que lo puse en marcha dijo que solo pensaba darle vueltas a la taza, así que hoy he usado un cazo y he puesto la taza al baño maría.

Creo que mañana calentaré directamente la leche en el cazo, porque la taza estaba tan caliente que no se podía coger, pero el contenido estaba tibio.

Miro Facebook, y todos mis contactos cuelgan algo relacionado con el nuevo año: frases profundas, fotos de sus niños, fotos de su fiesta de fin de año, buenos deseos... Y a mí me da por reflexionar acerca de los rituales de paso: nochevieja, las uvas, el hecho de cerrar un ciclo y abrir otro, en un día arbitrario, que bien podía haber sido en septiembre, o en marzo, pero que se convino que sería el 31 de diciembre.

Este rito de final y principio, como una rueda eterna que gira y gira, hace que cada año paremos a reflexionar y plantearnos objetivos y buenos deseos. Yo esto de parar y pensar suelo hacerlo en agosto, que es cuando me compro la agenda, pero para año nuevo también miro si voy en el buen camino y las más de las veces reformulo objetivos y planteo nuevas estrategias.

Me doy cuenta que esta vez me he enfocado mucho en mi actividad profesional y en mis rutinas hogareñas, pero que estoy perdiendo de vista a mis hijos. Me refiero a que en los últimos dos meses, los acompaño con el piloto automático puesto, y para mí es fundamental un acompañamiento consciente. Parar, mirar, pensar/sentir, sentir/pensar, actuar, volver a parar, volver a mirar...

Estos dos últimos meses han sido los de la búsqueda de empleo y piso, con mi atención y gran parte de mi corazón, puestos en estas tareas y no en mis hijos. Coincide con varias cosillas en la salud de mi pequeñín. El mayor ya estoy acostumbrada a que reaccione a todo, y he de decir que lo ha llevado bien a nivel de salud, no así a nivel de relaciones con los compañeros. Es un adelanto que ya solamente tenga dificultades en ese área.

Confío en que también podrá resolverlas y me recordaré cada día que mi tarea es estar presente y atenta, con el corazón y el pensamiento en el mismo lugar que mis ojos y mis orejas. Lo demás, viene solo.