Se nota que es agosto... Las vacaciones están siendo muy chulas y estamos aprovechando para hacer limpieza a fondo y para cambiar hábitos alimenticios.
Mis padres están yendo a un médico que les ha sugerido unas pautas tan coherentes que hasta nosotros nos hemos apuntado.
Consisten en comer alimentos con un Índice Glucémico bajo (es decir, cuyos azúcares se absorben lentamente), y en no tomar hidratos de carbono a partir de las 15 o 16h, para aprovechar las horas en que el páncreas disminuye su actividad de forma natural (biorritmo, se llama eso).
Así pues, desayunos fuertes en hidratos de carbono con IG bajo (pan integral, de centeno, con linaza, o bien muesli), algo de fruta y un poco de leche (preferiblemente vegetal, claro que también hay quien defiende la leche de vaca cruda). A media mañana té o café, nada de comer (que el pancreas descansa), y de comida hidratos, proteínas y mucha verdura. A media tarde prohibido merendar (igualmente no tenemos hambre), y cenar proteínas y verduras sin saciarse.
De momento llevamos 3 días respetándolo sin problemas, sin pasar horas haciendo cálculos de kilocalorías o puntos ni diseñando con calzador dietas disociadas. Parece mucho más fácil de seguir que cualquier otra forma de comer, y es compatible con niños (excepto que ellos sí meriendan).
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