C&A

martes, 6 de septiembre de 2011

Crema de zanahorias ligera a mi manera en la olla exprés

He puesto en marcha el maravilloso planificador de menús que descubrí el otro día, y me sugería una crema de zanahorias. Busqué recetas, pero todas llevan nata, así que usé la receta que ellos proponen. Solamente ajusté el número de comensales, et voilà! Una crema deliciosa para cenar.

Peerooo, siempre hay un pero, voy a la nevera y veo un montón de zanahorias poniéndose pochas. Las pelo todas, y cuando las voy a meter a la olla miro la receta. Tachín, pone 250 gramos. Peso las zanahorias y hay algo más de 700 grs. Ahora toca triplicar todo. Voy a por cebollas y patatas y NO QUEDAN! ¿Y ahora qué hago? Mujer de recursos, voy al congelador a ver si mi marido, en una de sus excursiones al supermercado, se trajo consigo una de esas socorridas bolsas de cebolla congelada. SÍ, hay una! La pongo casi entera a pochar con aceite. ¿Y con qué sustituyo la patata? Ya está, con arroz. Cuando ya lo tengo todo rehogando, me doy cuenta que tenía por ahí perdida una caja de puré de patatas en copos... bueno, ahora ya está el arroz.

Miro la receta, 2 litros de agua o caldo, miro la olla, ahí no caben 6 litros... pues no pasa nada, pongo 3 y ya veremos qué sucede. Añado 2 pastillas de caldo de pollo (1 pastilla cada medio litro de agua son 6 pastillas, lo cuál me parece una barbaridad, con 2 seguro que hacemos).

Tapo la olla exprés, y a esperar que haga ruido! Pongo la olla bajo el chorro del grifo para enfriarla y poder abrirla, paso el contenido (mucho) por la batidora, y ya está lista para la degustación. Riquísima. Eso sí, en lugar de crema para 2 (o para 6), ha salido crema para un regimiento. Espero que se pueda congelar, o me veo comiendo y cenando crema de zanahorias toda la semana.

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