Me gustó mucho Maite. Me gustó su voz y me dio apuro las prisas que se dió en explicar lo que venía a compartir. La suya era la última ponencia antes de comer, empezó cuando tenía que estar acabando, y se comportó como si lo suyo no fuera tan importante como las ponencias anteriores, que se habían ido comiendo el tiempo disponible.
También se disculpó por venir representando a un blog en el cual ya no escribe: Adivina cuanto te quiero, porque, como todo, ha ido evolucionando desde ser un blog acerca de su hijo para convertirse en otro blog lleno de recursos encontrados por la red: Crianza y Educación.
El suyo es de esos blogs que una se coloca en el blogroll porque es como tener la biblioteca a mano. ¿Dónde estaba aquella manualidad que hizo fulanita? ¿Qué texto era aquél que leí no sé dónde? Maite también dio con ello y lo colgó en su blog o lo incluyó en su lista de blogs que visita.
Ella sola es el paradigma de la blogsfera maternal, de los padres 2.0 de los que habló en su comunicación, de los padres que buscan algo más que consuelo y comprensión, porque son padres inquietos que educan a sus hijoslas 24 horas del día y por tanto buscan recursos educativos para complementar o suplir al colegio lo mejor que pueden e imaginan.
Desde aquí, le rindo mi pequeño homenaje
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